martes, 24 de abril de 2012

¿Es tan mala la Universidad española?

Los rectores de las universidades españolas han puesto de manifiesto su preocupación por las recientes declaraciones del Ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, José Ignacio Wert, relativas al Sistema Universitario Español. Tras el Consejo de Ministros del pasado 13 de abril, en la rueda de prensa posterior el mismo, el Ministro Wert realizó, entre otras, las siguientes afirmaciones referidas a la Universidad española:
  • La situación es muy susceptible de mejora en las universidades, donde a su juicio hay una desproporción entre resultados e inversión porque, pese a la extensión e ingentes recursos, la situación no se puede calificar como satisfactoria.
  • En este sentido, apuntó, que el número de alumnos, que ya supera el millón y medio, cumple ya con los objetivos de la Estrategia 2020 y destacó que el gasto público en Educación Superior en relación con el PIB se sitúa en los niveles de la OCDE mientras el gasto por estudiante está muy cerca de la media.
  • Pese a ello, solamente un tercio de los estudiantes terminan un título sin repetir ningún curso, media que en la OCDE está en el 40 por ciento, y la tasa de abandono en la universidad es del 30%, el doble que en Europa. Si esto lo convertimos en dinero, significa que estamos tirando unos 3.000 millones de euros por culpa de este abandono universitario, señaló.
  • Asimismo, apuntó que no hay ninguna universidad española entre las 150 mejores del mundo, el sistema está muy poco internacionalizado, con menos de un cinco por ciento de alumnos extranjeros, y tiene una proporción muy elevada de profesorado que no tiene un sexenio vivo, es decir, que no está investigando ni generando conocimientos.
  • Wert incidió también en que acabados los estudios, los resultados tampoco son satisfactorios, como en su opinión muestra que entre los parados en el tramo de edad de 25 a 29 años, el 21% son universitarios. Si ampliamos la observación para hablar de subempleados, tendríamos un panorama más complicado, aseguró.
  • A su juicio, estos resultados se deben a muchas causas y, entre ellas, a la extensión peculiar que ha tenido el sistema universitario en España, donde actualmente hay 79 universidades públicas y privadas y 236 campus universitarios, en comparación con los diez centros que funcionan en California, estado norteamericano con población similar a la española, señaló el ministro.
  • En esta línea, desgranó que la oferta académica en España es de 2.413 grados, 2.758 master y 1.680 doctorados. Obviamente, dijo, el resultado es que casi el treinta por ciento de los títulos tienen menos de cincuenta alumnos de nuevo ingreso, es decir, algo más de la cuarta parte de los títulos tienen una masa crítica inferior al mínimo de eficiencia que se considera en las comparaciones internacionales.
  • No se trata de si sobran alumnos o universidades sino de algo que es evidente y es que el ajuste entre alumnos y oferta dista de ser óptimo. señaló Wert. La propia Conferencia de Rectores reconoce que existe una oferta sobrante del orden del 13%", para incidir en que tener una elevada tasa de alumnos universitarios respecto del total de estudiantes es excelente, pero no si después de licenciados tienen problemas para trabajar.
  • Para el Ministro español de Educación, una de las consecuencias directas de esta situación de sobre oferta de títulos y universidades es la absoluta falta de movilidad de los estudiantes españoles, ya que sólo el 7% cambia de distrito universitario, frente al 52% que se desplaza en Reino Unido.
  • El elemento de movilidad más importante, que es el Programa Erasmus, tampoco parece que se guíe por criterios universitarios, afirmó el ministro, para destacar que casi la cuarta parte de los 'erasmus' españoles se desplazan a Italia y es evidente que sus universidades no son las más importantes no ya del mundo, ni siquiera de Europa.
  • El titular de Educación señaló asimismo otras causas, como el sistema de selección y acreditación del profesorado o la endogamia, y destacó por evidente que el sistema de gobernanza universitaria dictado por la Ley Orgánica de Universidades no ha dado el resultado que se esperaba. En su opinión, la amplia autonomía que se dio a las universidades no ha venido acompañada de una rendición de cuentas y por ello, la autonomía universitaria no ha rendido los frutos que se debía esperar.
Pues bien, esas fueron algunas de las afirmaciones del Ministro español de Educación. tras el citado Consejo de Ministros. Afirmaciones muchas de ellas muy duras contra la Universidad. Ante eso, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) emitió un informe en el que se trasluce que la Universidad española no está tan mal como ha señalado el Sr. Ministro. En dicho informe se señala lo siguiente:

  • El análisis de los datos disponibles, contrastados por diferentes organismos nacionales e internacionales, no permite compartir muchas de las afirmaciones, ni el diagnóstico, que se ha hecho del Sistema Universitario Español. 
  • Efectivamente, en España existe un claro desajuste entre recursos públicos empleados y resultados obtenidos en docencia, investigación y transferencia del conocimiento. Sin embargo, los resultados son proporcionalmente muy superiores al esfuerzo público realizado. 
  • En docencia, el 79% de los estudiantes que inician sus estudios, finalizan con un título universitario, siendo la media en la OCDE del 70%. Además, en los últimos años se ha producido una clara mejoría del rendimiento académico, a raíz de la integración en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), a pesar de haber realizado la adaptación con un esfuerzo inversor claramente inferior al de otros países. 
  • En una situación de mercado mejor que la actual, el nivel de formación de los universitarios españoles ha demostrado claramente su adecuación. No parece, pues, correcto relacionar la preparación de los estudiantes y la eficacia de la Universidad con la falta de empleo, especialmente entre los jóvenes. En este sentido, la preparación académica de nuestros estudiantes es, en términos generales, claramente satisfactoria.
  • En investigación, entre 1997 y 2007, la producción científica española creció un 80%, hasta constituir el 3,4 % de la producción científica mundial, realizándose dos terceras partes de este porcentaje en las universidades. Este esfuerzo ha convertido a España en la novena potencia científica, y en la octava en publicaciones por habitante, con resultados similares a Japón. En este ámbito, una universidad española se sitúa entre el 1% que agrupa a las mejores universidades del mundo, ocho universidades dentro del 2%, 24 en el 4% y todas las públicas y tres privadas, en el 10%. 
  • Es un resultado más que notable si consideramos que España sólo invierte en I+D+i un 1,39% de su PIB, muy lejos del 2,3% que es la media de la OCDE. Relacionando la producción científica por habitante con el porcentaje de gasto en I+D+i, resultamos ser uno de los cuatro sistemas más eficiente del mundo. 
  • En transferencia, ciertamente España contribuye muy poco (0,8%) a las patentes mundiales. Sin embargo, el porcentaje de patentes que en España proviene del sector universitario, es el segundo más alto del mundo. En consecuencia, no parece correcto señalar el sistema universitario español como el principal responsable del bajo porcentaje de innovación de nuestro país.
  • Asimismo, cabe recordar que en los últimos años el Sistema Universitario Español ha estado sometido a importantes cambios para adaptarse al Espacio Europeo. Lo que las universidades necesitan actualmente es estabilidad normativa y una financiación acorde con las capacidades y necesidades del país. Por ello, es imprescindible un compromiso conjunto entre administraciones públicas y universidades. 
  • Las universidades estamos y estaremos siempre al servicio de la sociedad, dispuestas a continuar trabajando en la adecuación del sistema a las necesidades de nuestro país, especialmente en estos momentos de crisis.
Sin comentarios. Háganlos ustedes. El Ministro dice que las cosas están muy mal y la Conferencia de Rectores rectifica al Ministro con datos. ¿Les sugiere algo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Anónimo dijo...
La universidad española no es mala y la inmensa mayoría de sus profesores tampoco. Eso sí, como colectivo somos sumisos como el que más, y eso tiene un coste.

Anónimo dijo...

La universidad española no es que sea mala, es que es peor. He dado datos en la respuesta a una entrada similar al Sr Sevilla y dirigo alli a quien quiera leer lo que expuesto (soy el anonimo que le canta las cuarenta al Sr Sevilla y este se va por la tangente). Por no repertirme, lo que yo digo es que en España la cultura imperante es incompatible con la excelencia investigadora. Decretos como este no serian necesarios si hubiese voluntad investigadora, y al reves, dejar al gobierno hacer "micromanagement" de la investigacion lo unico que consigue es interferir con la creatividad. El grueso de la discusion esta alli y no me quiero repetir.

Anónimo dijo...

Leyendo este artículo veo que los unos y los otros se echan la culpa mutuamente (entre todos la mataron y ella sola se murió), pero al final la juventud que sale de las universidades lo que se encuentra es precariedad laboral, o directamente el paro. ¿Por qué se despenalizaron las empresas de trabajo temporal, que siempre estuvieron prohibidas porque era delito mercadear con el trabajo? ¿Qué estudiante va a tener afán por acabar su carrera sin repetir ningún curso, si sabe que al final le esperan o bien el paro o bien las "consultoras" y "ETTs", no pasando de ser un mileurista? La clase política (todos los partidos del arco parlamentario) tiene una gran responsabilidad en esta situación.

Quizá lo que habría que hacer es dedicar menos dinero a políticos y sindicatos, y más a la investigación científica y tecnológica y a la industria. ¿Os imagináis cuánto avanzarían la ciencia y tecnología españolas si -digamos- el 70% del IVA recaudado se emplease a tal fin? En España no tenemos un Silicon Valley, ni un Max-Planck-Institut. Gracias a Dios sí tenemos una UNED... creada en 1972 por el gobierno franquista, no por los de ahora.

Antes teníamos un tejido industrial que hemos ido perdiendo ante la impasibilidad de los políticos. Estaban la SEAT y la PEGASO, Santa Bárbara, Altos Hornos de Vizcaya, varias fábricas de pistolas (Star, Astra, Llama), CASA, etc. Esas empresas o bien han cerrado o bien han sido absorbidas/compradas por consorcios extranjeros. Además ya no fabricamos casi nada en España, sólo en China... Sólo tenemos políticos ineptos y despilfarradores que crean problemas (como los secesionistas) y no piensan en España ni en su juventud.